Por Gabriel Link
Los pasados viernes y sábado un editor del diario Página/12 censuró artículos del periodista Darío Aranda, eran dos notas que relataban el crimen del militante agrario Cristian Ferreyra, en Santiago del Estero, a manos de los sicarios de un gran terrateniente sojero que buscaba quitarle sus tierras. El motivo fue la cita, por parte del periodista de lo que siente el corazón MOCASE, el responsable es el gobernador Gerardo Zamora, -radical K, aliado al gobierno nacional- por permitir que esas mafias sojeras acumulen tanto poder e impunidad.
Voy a hablar en primera persona, en nombre de no sé quienes, de mucha gente, supongo, pero no sé bien de quienes. Mis amigos casi no hablaron del tema, solamente algunos, en las redes sociales, mencionaron la muerte de Cristian Ferreyra; pero como al pasar, como por lo bajo, como tratando de no lastimar… apenas reproduciendo notas escritas por periodistas de medios “del palo”, esos que -sabemos- no lastimarían al gobierno.
No, no lo lastimarían jamás, y no lo harían sencillamente porque -como yo- ellos creen que este es el mejor gobierno de la historia argentina, jamás lo lastimarían… ¿o sí?. ¿No lastiman al gobierno acaso, haciéndolo aparecer como censor de un periodista que investigó y luego escribió lo investigado en un diario que apoya abierta y explícitamente a ese gobierno, apenas porque la responsabilidad roza a un “aliado”?.
Que importante es no lastimar a este proyecto nacional, imprescindible, diría. Hay tanto para defender en este gobierno popular... Incluir la lista en esta nota sería redundar, y no estoy dispuesto a redundar hoy. Tengo claro que no hay que lastimar y es precisamente por eso que tardé tanto en sentarme a escribir sobre la muerte de Cristian Ferreyra, (¿paradoja del destino?, otro Ferreyra en otra muerte de un militante social a manos del poder), antes quería entender de qué se trataba y debo resaltar que las notas que más me ayudaron a entenderlo fueron las de Darío Aranda, publicadas en Página/12, tal vez por eso me molestó tanto enterarme que habían sido recortadas por un censor.
A Cristian no lo mató Cristina, ni lo mandó matar; ni ella ni sus ministros, nadie del gobierno lo mató ni lo mandó matar. Tampoco lo mandó matar el gobernador de Santiago del Estero. Pero mi diario preferido editó dos notas simplemente porque contenían párrafos que -interpretó el editor- podrían lastimar al gobierno. Ni siquiera eran párrafos que reflejaran la opinión del autor, sino más bien eran párrafos referenciales de la opinión que la dirigencia del Mocase tiene sobre su gobernador. Los párrafos, escritos en sendas notas, los días viernes 18 y sábado 19, y no publicados por el diario, son los siguientes:
Viernes 18 de noviembre de 2011
Un modelo agropecuario que suma víctimas
“El gobernador Gerardo Zamora, que no respondió los llamados de este diario, va por su segundo mandato y denominó a la provincia como la “capital nacional del kirchnerismo” luego de obtener en las últimas elecciones el 82 por ciento de los votos. Se autodefine “radical k”. El Mocase lo señala –en cuanto a la represión al campesinado– como la continuidad del juarismo.”
Sábado 19 de noviembre de 2011
Reclamo de esclarecimiento y sanciones
“El Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI), donde militaba Ferreyra, enumeró cuatro niveles de responsabilidad: el modelo agropecuario, el gobernador Gerardo Zamora, el Poder Judicial provincial y el Gobierno Nacional.”
Como decía, está claro que no fue Gerardo Zamora quien contrató a un sicario para sacarse de encima a Cristian, pero quien lo mandó matar estaba seguro que, él, y seguramente también otros abonados al poder santiagueño, tienen cobertura política para hacerlo. Si a esa cobertura se la da el propio gobernador o si es parte de la burocracia política de la provincia, instalada por Juarez y que Zamora nunca pudo desactivar es una discusión aparte, claro que no sería lo mismo una cosa que la otra, pero en ambos casos la responsabilidad recae sobre los hombros de quien gobierna.
Es una enormidad pensar que Zamora es la continuidad del juarismo, es cierto que desactivar aparatos de corrupción instalados y mantenidos por décadas requiere de mucho tiempo de laburo, pero estamos hablando de la muerte de un dirigente social, de alguien que luchaba por defender sus derechos, y en tal sentido tenemos que conceder que muy poco se habrá hecho para desactivar los focos de corrupción juarista. ¿Qué cosa más importante puede haber para un gobierno autodefinido como “popular” que la garantía de la integridad de aquellos campesinos que salen a defender lo suyo frente a grupos de poder que pretenden despojarlos?.
Nada!
Que los asesinos de Cristian estén presos no resuelve la cuestión de fondo, y tampoco garantiza que los sicarios carecieran de protección, pues la existencia de las llamadas “guardias blancas” demuestra lo contrario.
Si Zamora no desactivó la protección política a los poderosos que buscan quedarse con las tierras de los campesinos en una provincia tan desigual como Santiago del Estero, es que no hizo nada para que su gobierno merezca la consideración de “popular”.
Y si Zamora no hizo nada para desactivar la corrupción juarista no representa al gobierno nacional, apenas quedará relegado a una categoría de “aliados”, conformada junto a Beder Herrera, Gioja y otros burócratas de los que se sirve el gobierno para ganar elecciones y así garantizar que el modelo se pueda sostener en el tiempo.
Evidentemente el editor de Página/12 que recortó las notas de Darío actuó por reflejo, convirtiéndose en el más “cristinista” de los aduladores del Cristina, sin darse cuenta que éste papelón, al que arrastró a su diario sí está lastimando al gobierno, pues los Majules y los Lanatas de la vida tardarán 10 minutos en relacionar la censura con la presidenta de la nación.
La mismísima agrupación CANPO (Corriente Agraria Nacional y Popular), movimiento impulsado desde el corazón del kirchnerismo emitió comunicados que no guardan demasiado las formas, y hasta el diario Tiempo Argentino, defensor a ultranza del gobierno de CFK cierra una nota publicada el sábado 19 con el siguiente párrafo: ‘En Santiago del Estero, MOCASE encabezó la marcha junto a otras organizaciones hacia la Casa de Gobierno provincial donde exigió “la detención de los autores materiales e intelectuales del asesinato’ y a su vez denunciaron ‘la complicidad del gobierno provincial y el Poder Judicial en el avance de los empresarios en los territorios campesinos indígenas’.”
Página/12 es mi diario de siempre, y lo seguirá siendo, ese diario tiene a las mejores y a las más jugadas plumas del periodismo argentino, y Darío Aranda es una de ellas, no sé si él se considera un “periodista militante”, pero queda claro que es un militante de las causas justas y que lo hace desde donde mejor sabe hacerlo, ejerciendo el periodismo, y Darío no se merece que un editor, por bueno que éste sea, recorte una nota suya sin su consentimiento.
Lo que, evidentemente, no pensó el censor, es que este gobierno, si bien se sirve de sus alianzas para ganar elecciones, no admite la impunidad política como ocurría en tiempos de la rata, por tanto no hay porque cubrir -total o parcialmente- asesinatos. En lo que debería haber pensado el editor es en que los funcionarios que se sintieron impunes y actuaron en consecuencia fueron eyectados de sus sillas y puestos a consideración de la justicia, Albistur, Jaime y hasta la inocente Felisa Miceli son ejemplos cabales de lo que digo.
Evidentemente las intenciones del editor no fueron otras que la de proteger al gobierno y ni siquiera soy quien para juzgar sus razones (yo lo hago grátis), evidentemente intuyó que Darío podía lastimar al gobierno y lo evitó, y ante esta perspectiva me queda preguntar, ¿lastima al gobierno nacional una muerte con connotaciones políticas en Santiago del Estero?, yo creo que no, pero si estoy equivocado y los párrafos cercenados realmente hubieran lastimado a Cristina debería preguntarme más cosas, porque tal vez no estaría yo defendiendo al gobierno que creo defender.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribí tu comentario aquí, Seleccioná "Nombre/URL" y podrás poner un nombre, gracias!