Ganaron Molina, Osella y Ricardo
En la que, hasta ahora, se presenta como la peor derrota que sufrió en toda su carrera política, el intendente Vischi fue vencido por el Frente para la Victoria al tiempo que todas las grandes figuras del radicalismo provincial ganaron sus distritos. Peteco no pudo doblegar a su soberbia ni a una incipiente formación local que salió al ruedo con apenas el 5% del capital que el municipio pagó por la campaña oficial. Se estima que cada una de las tres bancas logradas por el intendente costaron al erario público más de un millón de pesos, mientras que el Frente para la Victoria invirtió menos de cincuenta mil pesos por cada banca lograda.
El cronista siente lo mismo que aquel día en que Menem se bajó del ballotage, claro que las circunstancias ni siquiera se le acercan, claro que el contexto es diferente, pero la sensación que se siente es de tremendo alivio al comprobar que Eduardo Vischi no va a gobernar para siempre. Uno siente que ayer el intendente comenzó a irse, con su paradigma de corrupción general, con su tiranía de clase y con su culto a la intolerancia el Principito y su banda comenzaron a arriar sus banderas.
En el ambiente se dividen las sensaciones a futuro, algunos opinan que Peteco, consciente de su muerte política, desaparece unos días y vuelve con todo, cual plaga de langosta, para arrasar con “lo que quede”. Otros -entre quienes se incluye el escriba- suponen que no. Peteco es, antes que ninguna otra cosa, un político, y un político no regala el capital que tiene, lo puede perder cometiendo errores o gobernando mal, pero nadie en política cede por plata un espacio real de poder y el intendente lo va a disputar hasta el final. Todo indica que lo va a perder, por un lado porque no tiene la humildad y la lucidez necesarias para replantearse sus errores y elaborar un plan B que lo reinvente en tan poco tiempo, pero sobre todo porque no tiene equipo para gobernar bien.
A eso se suma una importante pérdida en la torta del poder provincial, ECO ganó la provincia y los principales distritos gobernados por radicales, al igual que el gobernador, Molina en Mercedes y Osella en Goya lograron lo que quien hasta hace poco se presentaba como el invencible “hijo pródigo” de Colombi no pudo lograr, vencer al kirchnerismo en el medio de dos elecciones con Cristina de candidata. Esto deja a Peteco mal parado frente a un gobernador que no dejó de resaltarlo en conferencia de prensa “el único distrito importante que perdimos fue Libres”, dijo Ricardo, poniendo a Vischi en su lugar, luego de algunas impertinencias de nuestro intendente para con quien lo había parido a la vida política.
El intendente debe estar lleno de dudas, si responde a su soberbia impronta probablemente, se atolondre y salga mañana a los medios, y en su media lengua se ponga a echarle la culpa a otro, hasta ahora es lo que mejor hizo siempre, por ejemplo respondiéndoles a sus ya inexistentes socios, (Velasco y los Obregón) quienes superando el ridículo salieron a declarar en el programa de Ignacio Villanueva que ECO perdió porque Vischi no los puso a ellos en los lugares preponderantes de la lista, y porque no les dio más plata para la campaña. Es decir, no solamente reconocieron EXPLICITAMENTE la utilización obscena de los fondos públicos para el proselitismo, algo a lo que todos asistimos azorados dada la astronómica (e inútil) cantidad de dinero gastado, sino que además reclamaron que se gastara más plata todavía (en ellos, claro). Reacciones que uno entiende por parte de Velasco y Arturo Obregón observando sus inexistentes historias políticas pero de ninguna manera comprende por parte de un tipo con la fortuna y la experiencia de Carlos Obregón.
Luego del “show” que los tres dieron esta mañana en la tele, podrían presentarse como “Los Auténticos Decadentes”. Haciendo humor juntarían más gente que presentándose como opciones políticas.
Es muy importante observar sus próximos pasos, si hace lo mismo que sus socios y se pone a decir que ellos tres son unos impresentables, que se equivocó al convocarlos… etc … estará andando el camino de siempre. Aunque ¡quien lo sabe! tal vez Peteco, por primera vez elija el camino de la razón y de la madurez, prestando un poco más de atención a lo que le venimos mostrando desde hace seis años unos muy poquitos periodistas libreños (Ramírez, Hassan, Arosio, Pérego y el firmante) y deje de leer exclusivamente el “diario de Irigoyen” que le escribe cada mañana Sergio Tomás Miguel (el segundo mayor derrotado de la jornada de ayer) desde su masturbatorio público de cada día, donde ensalza las más mínimas pavadas -presentándolas como hechos relevantes de gobierno- y tapa compulsivamente los más groseros errores, fechorías y delitos cometidos por el intendente, su gabinete y sus concejales.
Entonces tendrá una chance de mantenerse en carrera y evitar lo que muchos le pronostican, una salida vertiginosa, en caída libre y con bochorno incluido. Claro que es muy difícil que recupere el espacio perdido, no porque uno dude de la volatilidad del electorado libreño, sino más bien porque uno aprendió a confiar en la construcción política del Frente para la Victoria y su afianzamiento como alternativa sólida de poder. Algo que quedó evidenciado en la facilidad con que todos lograron resolver los problemas lógicos que se fueron sucediendo en el ensamble contra natura de sectores tan heterogéneos -y en algunos casos hasta antagónicos- dejando todos cosas en el camino con el único objetivo de lograr el fin común.
El resultado electoral del Frente para la Victoria libreño superó holgadamente las expectativas, y si bien es cierto que los planetas se alinearon desde el principio a su favor y en contra del intendente, no lo es menos que esto ya había ocurrido otras veces y los trenes pasaron sin que éstos sectores políticos fueran capaces siquiera de hacerles una seña. Por lo que no parece inteligente restarles mérito a todos sus integrantes, la conducción del Loro Yardín fue más que interesante, tensando y soltando la soga con buena muñeca durante toda la campaña. La generosa deposición de las armas por parte de sectores antagónicos como el de Jouliá y Espinoza, el paso al costado de Walter Fontana para que se pudiera constituir el frente y el apoyo incondicional y la voluntad de suma, que mostraron todo el tiempo tipos como Chengui Asis, el Tata Pérego, Laly Giorgio, Gustavo García, Toto Gómez, Carlitos Zapa y algún otro que se me pueda escapar permitieron que, con aciertos y errores, con discusiones y hasta con peleas rápidamente resueltas, el Loro y Álvaro Sánchez pudieran, desde su sector político, comenzar a recomponer la imagen de un PJ que venía de una década de fracasos.
Es a “ese” PJ (no a cualquier PJ) que se le sumaron dos tipos con buena imagen, Beto Hantouche quien a pesar de ser una figura política más destacada que Sarita Alegre decidió ceder el “estrellato” de la lista, y Beto Baez, un clásico “laburante” de la política quien a pesar de que muchos cuestionaban su inclusión sumó mucho más de lo que restó.
Un párrafo con resaltador para las tres mujeres de la lista, Sara Alegre demostró que es una verdadera dama y que le sobra entereza, si bien era la única de la lista que tenía la banca asegurada nunca le quitó el cuerpo a la campaña, por el contrario, a su manera hasta la condujo, en lugar de amilanarse por las difamaciones a las que fue sometida se tapó los oídos, le negó atención a la lengua afilada del “Pajarito” y salió a seducir con su sonrisa y su discurso. En la misma línea aparecieron una Eva Lira 100% orgánica, y quien para mí fue la revelación de la campaña y se aseguró el 1º o 2º lugar para 2013, Lilian Jara, ambas sabían que no tenían chances (sobre todo Jara) y sin embargo acompañaron con una regularidad y un esfuerzo pocas veces visto en la política local. Esa homogenización que tantas veces resaltara el cronista durante la campaña fue determinante para que se conformara un producto que la gente compró con satisfacción y masividad, “El Equipo de Cristina”, todos permanentemente pusieron de lo suyo para que a lo discursivo se le adosara contenido, y lo lograron. El resultado está a la vista.
Está claro que por primera vez Peteco tiene contra, por primera vez se interpone entre él y sus aspiraciones familiares (o personales) una alternativa real de poder, pero ese es tema para más adelante, hoy todavía nos gobierna él y eso nos debe preocupar, las dudas responden a las falencias de siempre, aunque el intendente nunca había aparecido con tan poco poder y es así que comenzamos a preguntarnos si ésta falta de poder pueda terminar siendo beneficiosa para nosotros: ¿Qué hará Peteco mañana a la mañana?, ¿Seguirá victimizándose al acusar “palos en la rueda” en la complicidad del inerte concejo deliberante que él mismo delineó a fuerza de plata y que lejos de cuestionarlo ni siquiera reacciona ante sus embates?; ¿Seguirá llamando sabotaje al absoluto abandono de todo el sistema energético en que nos sumió su partido? (tomando implícitamente de estúpidos a todos los libreños que sabemos de memoria por qué causas se corta el suministro de energía a cada rato)?; ¿Seguirá mintiéndose a sí mismo llamando “ciudad grande” a éste pueblo atrasado, sucio y roto en que él convirtió a Paso de los Libres?; ¿Seguirá mintiéndonos a todos denominando “Proyecto Grande” a esa caterva de alcahuetes, inútiles y ladrones que lo circundan y lo siguen como perritos?; ¿Seguirá encerrado en sus prejuicios sociales, pensando que es imprescindible “extirpar” a los pobres del carnaval sin prestar atención a la cuestión cultural?, seguirá presa de sus limitaciones intelectuales, priorizando el “Prende y Apaga” por sobre la Feria del Libro?; ¿O leerá el resultado de ayer y luego despedirá al boludo que lo asesoró en la campaña y se pondrá a trabajar en un gabinete competente que le permita al menos intentar un gobierno serio los dos últimos años?
La costumbre del periodista es hacerse preguntas, las respuestas son todas de Peteco y él no es afecto a darlas.
Publicado en Corrientes Opina el 23/09/2011
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