Antes de empezar estas líneas editoriales quiero agradecer a Néstor Carlos Kirchner por haber repuesto la política por sobre todo lo demás, lo hizo metiendo en cana a los milicos asesinos de la dictadura, lo hizo permitiendo que en Argentina se pueda protestar sin que te mate la patota policial y lo hizo promoviendo, desde su discurso, la militancia en la juventud. Se lo quiero agradecer como parte de una generación que no tuvo a la precedente para que le mostrara el camino, porque a esa generación la habían matado esos milicos asesinos; que no supo militar porque tenía miedo de la represión policial; y que no pudo, en consecuencia, mostrarle el camino a las generaciones que vinieron después por la culpa que cargaba al no haber militado. Él interpretó todo eso y le imprimió a la política argentina lo que le faltaba desde hacía décadas, pasión, mucha pasión, esa pasión se trasladó a la juventud y hoy tenemos un país totalmente distinto al que él encontró hace siete años. Y yo se lo agradezco profundamente.
También le quiero agradecer a Néstor Kirchner el haber tenido la lucidez de interpretar a Hugo Chávez en toda su dimensión, fue en Mar del Plata, con Bush presente intentando imponernos el ALCA que Néstor dio su primer paso hacia la construcción de una patria grande, cuando le entregó a Chávez un estadio repleto de gente para que el venezolano enfrentara a Bush y gritara aquel glorioso “Alca, Al Carajo…!” que terminó sellando una alianza estratégica a la altura de lo que necesitábamos y no otra como las que nos impusieron siempre desde “arriba”.
A esas cosas se las quiero agradecer como argentino, podrán sacarnos la asignación universal, la jubilación universal, o la ley de medios, pero ya no nos pueden sacar a los pendejos haciendo política en las escuelas ni la construcción de una Latinoamérica fuerte y unida, defendiendo derechos propios y de espaldas a los intereses de las corporaciones financieras del mundo. No le voy a agradecer a Kirchner todos los logros que le reconozco en cuanto a su gobierno, a eso no se lo agradezco, todo eso formó parte de sus obligaciones como presidente y no tenemos porque agradecerle a nadie por haber cumplido con su deber.
Por Gabriel Link
Contaba Roberto Fontanarrosa, en un viejo reportaje que le hizo Alejandro Apo en su programa de radio, que en todos los años que llevaban de casados, su mujer se había animado solamente dos veces a entrar al dormitorio y despertarlo antes de las diez de la mañana, la primera fue para decirle “Tomamos las Malvinas”, la segunda para decirle “Diego firmó para Ñull’s”, (él era fanático de Central).
¿A cuántos nos pasó eso ayer?; ¿Cuántos de nosotros nos despertamos desorientados cuando alguien nos “pateó” la cama gritando “Murió Néstor”?.
Mi primera sensación, al despertarme, fue de incredulidad, esa sensación luego se tornó en desasosiego y cuando empecé a entender lo que podía ocurrir me dio miedo. Comenzaron a aparecer fotos como en un PPS, Macri, Duhalde, Moyano, Duhalde, Lilita, Duhalde, Cobos, Duhalde, Bullrrich, Pinedo, De Narvaes, Duhalde, Duhalde, Dualde… y la muerte. Creo que va a haber muerte en Argentina y la muerte se va a decretar el lunes, cuando los primeros sondeos de opinión “pos Kirchner” nos muestren que Cristina supera el 60% de aprobación. De algún modo intentarán bajarla y las muertes sirven para eso.
Es muy pronto para analizar la continuidad del gobierno, pero hay tres cuestiones en las que hay que colocar toda la atención en el futuro inmediato, la alianza con la CGT, el manejo de la macroeconomía y la relación con los presidentes de la Unasur.
La relación de Cristina con Moyano no es la misma que el camionero tenía con su esposo, Cristina tendrá que rehacer sus alianzas y la principal es esa. Respecto de la economía, los diarios del miércoles volaban, el cadáver de Kirchner no se había terminado de enfriar cuando ya los editorialistas de Clarín y La Nación estaban “tendiendo puentes” para que Cristina Fernández cambie el rumbo de su gobierno, esa será la bisagra que marcará la permanencia de los sectores populares dentro del proyecto nacional e incluso su engrosamiento, y es aquí donde entra a tallar la tercera cuestión, el estrecho vínculo que mantiene Cristina con Chavez, Lula, Correa, Evo y Pepe Mujica será crucial para sostener este modelo popular latinoamericano en Argentina. Ese vínculo es una suerte de reaseguro del mantenimiento del proyecto, la prueba está en los sucesos de Ecuador hace pocas semanas, fue la inmediata reacción de Nestor Kirchner y los presidentes de Unasur lo que evitó el golpe de estado a Correa. A Cristina también la van a querer golpear y es por eso que señalo este tercer tópico como crucial.
Con el deceso de Néstor Kirchner radicales y solanistas quedan definitivamente fuera de juego para 2011, los primeros por falta de figuras que contrapongan con la de Cristina y los segundos porque el campo popular (sus bases) se van a acercar más al gobierno. La pelea que viene es peronista. Lo que sigue es el Kirchnerismo redoblando esfuerzos para sostener el modelo amplio y progresista y la mafia peronista haciendo lo imposible por voltearlo y reinstalar el estatus quo anterior, con un peronismo que mira por un solo ojo y es manejado por las corporaciones, que sabe que en las urnas no podrá vencer nunca a la presidente Fernández.
El árbitro de esta pelea va a ser Hugo Moyano.
Ayer, la periodista correntina Mónica Colunga decía: "Un gran mérito de Néstor Kirchner fue reconocer las cualidades excepcionales para la política que posee su ahora viuda Cristina Fernández, también saber acompañarla dando el ejemplo de generosidad y amor más hermoso que hayamos visto". Y yo le recordaba que fuimos muchos los que dijimos en 2007 que el ego de Néstor terminaría matando a Cristina, felizmente las cosas fueron diferentes a lo que especulamos casi todos, y Kirchner, demostró que, además de muy inteligente era también muy generoso. Pero esa generosidad no solo puede leerse linealmente, Kirchner pudo ser generoso porque tenía en quien confiar, a su lado había un verdadero cuadro político, él tenía certezas, nosotros dudas.
No se crean, por favor ya no, eso de que Cristina será incapaz de gobernar, es cierto que ella y Néstor cogobernaban, pero también lo hacían antes, cuando el presidente era él, y la verdad es que no veo a alguien con más capacidad que ella para gobernar el país, tampoco hay en esta Argentina un proyecto superador del actual.
Fue doloroso el comportamiento de la gente fina, que (lejos de pertenecer a él), odia al pueblo, esa gente que, en general, estudia en colegios privados, manda a sus hijos a colegios privados y le come la hostia al cura todos los domingos, los muros de Facebook sirven para ver el nivel que tienen, son pocos, pero representativos de una clase social, la más despreciable de todas, la de los que quieren demostrar pertenencia a la oligarquía decadente.
Ayer, el presidente del partido Liberal, doctor Dionisio Velasco, quien además es el vicepresidente del Colegio de Abogados, escribió en un lugar público, (Facebook), “Muerto el perro se terminó la rabia”. Estaría bueno que los liberales y los abogados que él conduce expresaran públicamente su adhesión o su repudio.
Como en aquel famoso “Viva el cáncer” que se leía en las paredes cuando se murió Evita, el miércoles, varias paredes del país encontraron el fin del día cargando sobre sí la pesada frase “Viva la muerte súbita”, esos son los mismos imbéciles que contraponen comparando a Argentina con supuestos “países serios”, como si ellos pudiesen vivir en uno, como si ellos fuesen serios.
Es contra esos imbéciles que Nestor Kirchner se enfrentó, por primera vez en mi vida me tocó compartir amigos y enemigos con un presidente argentino. Y qué bonito fue. Tal vez la mayor diferencia que hubo entre Kirchner y Perón fue que el general persiguió, encarceló y hasta torturó a los dirigentes de izquierda, mientras que el Pingüino buscó incluirlos en su proyecto de país, entendió que la construcción popular se hace con todos los que piensan parecido o se agota en sí misma. Eso convirtió en superador el proyecto de Néstor y Cristina de aquel que llevaron adelante Perón y Evita.
Néstor Kirchner no es un mártir como algunos susurran en los medios más oficialistas, el tipo vivió como quiso vivir y se murió como consecuencia del estilo de vida que él mismo eligió, es decir, murió como eligió morir. Tampoco fue un tirano, como lo presentan los medios corporativos. Por suerte la historia es más justa que el periodismo y entonces la historia lo va a recordar a Kirchner como al tipo que fue y no como al tipo que describe el diario Clarín desde hace dos años, la historia lo va a recordar por recuperar el rol del estado como encargado de equiparar el reparto de la torta, por acortar las distancias, junto a Lula y a Chávez, entre las principales capitales del continente, por dejar el protocolo y la “corrección política” de lado cuando hizo falta hacerlo, por devolverle la alegría y la dignidad al pueblo argentino.
Anoche, Milagro Salas contaba una anécdota, el día que Kirchner fue a Jujuy a poner la piedra basal de la primera casa de la Tupac les dijo a los jujeños “Ustedes van a ser protagonistas de su propio futuro”, y vaya si lo fueron, hoy, 3000 casas después, que esos trabajadores, formando cooperativas, construyeron con sus propias manos, 15 o 20.000 habitantes de una de las provincias más pobres del país, viven con absoluta dignidad, siguen trabajando en la construcción de más viviendas y hasta se dan el gusto de tener piletas de natación y centros polideportivos comunitarios, caramba, si eso no es la revolución… lástima que no haya más personas como Milagro Salas esparcidas por todas las provincias pobres del país. Si así fuera, si las provincias tuvieran más líderes populares que apuntalaran esta construcción con decencia y compromiso, la obra transformadora de Néstor Kirchner se vería en toda su dimensión.
Jamás creí que pudiera sentir tanto dolor por la muerte de un político como el que siento hoy, duele la pérdida y también duele el dolor del pueblo expresado durante las últimas 24 horas, sin embargo a la vez queda la tranquilidad de saber que el modelo está protegido, por ese pueblo que salió a la calle a gritar su compromiso, por esa mujer que se quedó parada custodiando al compañero caído, por Lula, que suspendió su cierre de campaña para venir a despedirse de uno de los mentores de la unidad regional, por las convicciones de Chávez que hace 48 horas está en el país mandando un claro mensaje político al mundo.
Ah… me olvidaba, el miércoles a la noche, en la plaza, canté el himno por primera vez en décadas, lo canté todo, sin sentir vergüenza por el país que tengo. A eso también se lo quiero agradecer a Néstor Kirchner, el mejor presidente (hombre) de la historia argentina.
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