Los chicos de AMAL podrían haberle dicho al intendente que iban a colgar su maravilloso cartel de “Libres está cambiando”, o el slogan que él eligiera, podrían haberlo aceptado y luego no cumplir, era solamente una noche, no costaba nada engañarlo, no hubiera sido difícil lograr el anfiteatro si ellos hubieran actuado como lo hace un político, mintiendo.
Pero los chicos no son políticos y eligieron, paradójicamente, el camino más tortuoso para conseguir algo a través de los políticos, eligieron decir la verdad. Y la verdad era dolorosa, no hay nada peor para un político que escuchar “no coincido con vos”, porque si no coincidís sos extremista o tenés que agarrar la pala y el rastrillo.
Y me parece que esto es lo más resaltable de todo, en tiempos en que los pibes nos dan cátedra política en las escuelas porteñas los chicos de Amal hacen lo propio en nuestra ciudad reclamando por sus derechos sin claudicar en sus principios ni mentir en sus enunciados.
El hecho probablemente no tenga precedentes, en todo sentido, los chicos fueron de frente a pedir el anfiteatro para el festival “Latinoamérica Resiste” que organizan ellos y se autofinancia en un 100%, no le pidieron un peso al municipio y de movida le avisaron que el logo no iba, es decir, la verdad ante todo, la honestidad por delante… ¿Cómo les respondemos nosotros a ellos???
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