Hay en Paso de los libres un vaciamiento de figuras en todos los partidos políticos, personas que salieron de la práctica activa de la política permitiendo el acceso a los partidos de gente que no tiene ni la más remota idea el para que sirve la política, ellos quieren estar y cobrar y lo demás… “después vemos”. Lo notable -y lo grave- es que nadie en Libres parece haber notado la desaparición de estos dirigentes.
Antes de meternos en la individualización de nuestros “Desaparecidos políticos” parece importante hacer algunas consideraciones que serán completadas luego.
Los integrantes de esta lista fueron dirigentes políticos que de la noche a la mañana dejaron de serlo, casi todos por propia elección, ninguno de ellos tuvo sanción alguna, ninguno de ellos sufrió juicio político ni se fue de la política por acusaciones o señalamientos graves.
Si bien algunos de los integrantes de esta lista abandonaron voluntariamente la política porque no encontraron en ella la realización o porque luego de un paso fugaz por ella priorizaron ejercer las carreras para las que se habían preparado en la vida, los incluimos con el solo objeto de hacerlos recapacitar y mostrarles la necesidad de que vuelvan para recuperar la política, vaya para ellos la excepción de cualquier crítica fuerte que pueda encontrarse en esta columna y una simple invitación a la participación del debate público con el fin de enriquecer la política local.
Ahora… casi todos ellos sueñan con volver, pero lo hacen desde la comodidad de sus casas, lo que queda claro es que todos los que aspiran a volver lo hacen de la manera equivocada, piensan que alguien los va a venir a buscar para ofrecerles los cargos a los que aspiren y… aquí la paradoja, como podría alguno de ellos recibir ofertas desinteresadas si cuando les tocó quedar afuera se borraron, dejaron de acompañar, dejaron de apoyar y hasta se autoexcluyeron del debate… ninguno de ellos, en la actualidad, participa del debate público, es evidente que consideran que la militancia política dejó de existir, que no tiene ninguna importancia cuando no se cobra un sueldo, que solo los que reciben plata del Estado tienen la responsabilidad de construir políticamente. No entienden el verdadero ejercicio de la política, no dimensionan la necesidad de ejercer desinteresadamente en la arena partidaria.
En esta lista no están todos los que desaparecieron, están, a juicio de esta columna, quienes podrían aportar algo positivo a esta maraña de improvisados que conforma la clase dirigente local en la actualidad.
Seguramente nos olvidaremos de alguno, el ejercicio no fue demasiado exhaustivo, pero están los que están y con eso alcanza, al menos para demostrar que lo que decimos permanentemente es cierto, los políticos no participan de la política, el paupérrimo y vergonzante resultado de este Concejo Deliberante es, en gran medida, responsabilidad de ellos, de los que se fueron y así permitieron que accedieran a las bancas personas que ni siquiera estaban preparadas para trabajar como secretarios de bloque.
El hecho de que no participen del debate significará, necesariamente que, en su gran mayoría, no regresen a la práctica activa de la política, eso los perjudicará a ellos de manera directa y a todos de manera indirecta, por que esa falta de debate perjudica, más que nada, a los partidos políticos, pues ellos avalan con sus silencios las atrocidades que hacen los que hoy están en algún cargo… no hay crítica, luego, todo está bien!
La lista va de manera aleatoria y desordenada en todos los sentidos, tanto en el cronológico, como en el partidario, no hay un orden tampoco en cualquier suerte de medición de la importancia de cada uno de ellos de acuerdo a su prestigio y capacidad, fue confeccionada de manera antojadiza e improvisada.
• Fernando La Hoz, intendente, diputado nacional
• Cacho Garavano, concejal, vicepresidente a cargo del P.J.
• Osvaldo Percuoco, concejal y presidente del concejo
• Julio Meccozi, intendente
• Hector Waldovino, viceintendente y candidato a intendente
• Darío Cabrera, concejal
• Beto Hantouche, concejal y presidente del concejo, actual presidente del Partido de la Victoria.
• Carlos Obregón, Secretario de Estado Provincial y Secretario de Gobierno municipal, actual presidente del PANU
• Guillermo Monti, concejal
• Carlos Aquino, concejal y presidente del concejo, funcionario político de Yaciretá
• Francisco Tellechea, Concejal, presidente del PA
• Juan Schiro, Intendente electo dos veces, traicionado en el Col. Elect.
• José Currius, concejal y senador provincial
• Caio Barbagallo, concejal, presidente del PJ
• Omar Rossini, concejal, candidato a Intendente
• Juan Carlos Aguirre, concejal, secretario de gobierno (durante el intento de golpe de estado a Verón)
• José Osvaldo Nicolás, concejal
• Álvaro Sánchez, Secretario General Partido Justicialista
• Carlos Carbonell, concejal y presidente del concejo
• Gustavo García, concejal
• Juan Carlos Coullerí, candidato a intendente, actual presidente de la Democracia Cristiana
• Jorge Alegre, concejal y presidente del Concejo
• Rubén Verón, intendente
• Teresita Chamorro, concejal y presidente del concejo
• Beto Baes, concejal, presidente del PF a nivel provincial.
• Ceferino Yardín, concejal
• Rubén Goñi, concejal
• Carlos Sal, concejal, funcionario político en el Gobierno de Sanabria
• Nestor Alisio, concejal
• Reynaldo Ruíz, viceintendente
• Enrique Vargas, concejal, funcionario político en el Gob. de Sanabria
• Juan Carlos Rivas, concejal
• Carlos Gatti, concejal y presidente del Partido liberal
• Alberto Asis, concejal y funcionario político del Gob de Sanabria
• Jorge Algamíz, secret. de gob. mun. y candidato a viceintendente
Todas estas personas desaparecieron repentinamente de la vida política local, son de diferentes partidos políticos e hicieron historia dentro de cada uno de ellos, pero de pronto dejaron de estar, abandonaron sus responsabilidades partidarias… se “borraron” de la vida política.
Cada uno de ellos tendrá sus razones, alguno lo hizo porque consiguió una jubilación de privilegio, otros porque priorizaron la actividad privada, otros porque se cansaron de intentar llegar sin éxito alguno, otros avergonzados por haber andado saltando de partido en partido y terminaron quedándose sin nada, otros porque los mismos partidos les cerraron las puertas; pero lo cierto es que no participan de la vida política de Libres y pareciera necesario hacérselos notar, porque todos ellos, en algún momento dijeron cosas tales como “Amo a Paso de los Libres y voy a trabajar para que Libres mejore”. Pero todos se borraron de la construcción política, Libres es hoy una ciudad sin políticos y nada bueno puede esperarse cuando la conducción queda en manos de improvisados… el resultado está a la vista.
Nuestras autoridades solamente mienten, rosquean, inventan e improvisan, no tienen la menor perspectiva de cual es el objeto de un Gobierno y parecieran no notar el daño que le están infringiendo a la Ciudad, los más, solo buscan garantizarse otro cargo a futuro y seguir cobrando del Estado y los menos, los poquitos que sirven, avalan con sus silencios, a los que no sirven.
Muchas veces escucho críticas a Juan Carlos Rodríguez o a Cato Carbonell, criticas que reciben ni más ni menos que por hacer lo que tiene que hacer, cuando alguien decide dedicarse a la política debe hacer política, estando o no en un cargo y eso es lo que parecieran no entender los dirigentes políticos libreños. Lamentablemente ellos creen que al salir de un cargo dejan de tener responsabilidades políticas y esto se debe a que no tienen el compromiso partidario que dicen tener.
Hay casos patológicos en la política libreña, casos de “candidatos a Intendente” cuya única participación política fue esa, la de ser candidatos, sin haber mostrado pergaminos para serlo ni haberse proyectado luego, como por ejemplo el escribano José Luis Peralta o de tipos a los que realmente les gusta la política, que llegaron a ser candidatos por haber participado activamente durante décadas y nunca tuvieron la chance de llegar, uno de los ejemplos más literales es el de Carlos Pérego.
Los afiliados esperan señales, los gobernantes tienen que ser controlados, la oposición debe hacerse escuchar y cuando esto no ocurre es la debacle política.
Hace alrededor de dos meses la periodista Sandra Russo publicó en Página/12, una nota titulada “El Campo repuso la política”, basada en la iniciativa política recuperada por una oposición -hasta entonces- inexistente… y uno se pregunta dos meses después, ¿que debería ocurrir en Libres para que se reponga la política?, ¿la caída de un intendente?; ¿un desastre ecológico?; ¿una epidemia que mate a todos los improvisados que están en el Concejo solo para cobrar $3.700 por mes sin laburar?
Lo primero que debería ocurrir, claro, es que los políticos vuelvan a los partidos y participen del debate, eso es primordial, pero… ¿Cómo lograrlo?
Algunos integrantes de esa lista fueron eyectados de sus partidos por otros que también forman parte de la misma, y que a su vez corrieron luego la misma suerte, otros “subieron” de categoría, algunos lograron cargos provinciales y tuvieron reparos en volver a “bajar”, y por fin llegamos a una tercera corriente, la de los que nunca dieron el piné para erigirse en líderes y se retiraron porque no pudieron tolerar que otros más jóvenes llegaran a donde nunca pudieron llegar ellos y “pretendieran” conducirlos.
Lo que queda claro es que solo en muy pocas excepciones los que se fueron avalaron a quienes los sucedieron, casi todos ellos, en algún momento criticaron mal o al menos negaron colaboración a los que venían atrás, casi todos ellos pusieron todos los palos que pudieron en las ruedas de quienes vinieron a reemplazarlos.
Pero… ¿esos palos interpuestos por los que salían de los partidos fueron determinantes para el fracaso de quienes llegaron?, no necesariamente, pero la incapacidad, la falta de experiencia y la nula preparación política de quienes se presentaron para el reemplazo sí lo fueron y la experiencia de los que se borraron podría haber atemperado el impacto de la falta de conducción de los nuevos.
Por suerte este fenómeno no se da en todos lados, el resto del País y los otros municipios de Corrientes siguen con su vida pública y política normal y eso se va a terminar notando en la Legislatura Provincial, quienes van a reemplazar a Picó y a Sitjá cuando llegue el momento ¿los mamarrachos que tenemos en el Concejo?
¡Hay de ti, querida Paso de los Libres… hay de ti!
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